domingo, 16 de octubre de 2011

Quiero dormirme y no despertar jamás y que mi eterno sueño sea mi felicidad

¿Creo en la vida? O debería decir... ¿Creo en esta mentira? En estos momentos no creo en ella tal y como nos la plantean. Hace no mucho rompí los esquemas que nos marcan, a todos, como debe ser nuestra vida. Los rompí y desde entonces no quiero saber nada de ellos. No he olvidado todo lo que nos han inculcado, pero sí he aprendido a ignorarlo. He roto esas pautas y he cogido miles de hojas en blanco y poco a poco voy creando los bocetos de mi vida, mi aventura. Ahora mismo cogería una mochila con algo de ropa, el poco dinero que me queda, un par de bocadillos y empezaría a caminar, sin rumbo. Mi única meta la felicidad. Y sé que si quiero llegar hasta mi meta, mi lugar no es este, o quizás sí, pero no del modo actual. Para llegar a mi meta tendrían que cambiar un millón de cosas y yo sola, junto a unos pocos, no puedo. Quiero conocer millones de sensaciones, quiero dejarme guiar por el viento. Quiero que la vida sea vida. Quiero quemar todos los billetes de euro, de dólar, de lo que sea. Quiero recopilar todas las monedas de todos los países, hacer collares, pulseras y pendientes y regalarlos. Que me los paguen con sonrisas. Quiero derrumbar todos los edificios, levantar el asfalto y destruir los vehículos que van sobre él. Quiero que nuestro único medio para desplazarnos sean nuestras piernas. Quiero, quiero, quiero... Quiero poder ver las estrellas cada noche y no tener que cagarme en la contaminación. Quiero que no haya ni bolsos, ni zapatos ni carteras de piel. Quiero que las lechugas sean nuestras chuches. Quiero despertar cada mañana viendo el mar, mientras sale el sol y si no está de más, mientras una familia de delfines salta sobre las olas y no quiero ver ningún yate de por medio. Quiero que una mujer con pelo en las piernas, sea algo bien visto. Quiero que desaparezca la superficialidad y que en el mundo reine la naturalidad. No quiero estudiar. Quiero que mi único trabajo sea plantar tomates, coles, lechugas y patatas. Quisiera dormirme y no despertarme jamás y que mi eterno sueño sea mi felicidad.

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